DECLARACIÓN FINAL ENCUENTRO DE JÓVENES – FSM
SITUACIÓN INTERNACIONAL:
La etapa actual del capitalismo está marcada
por la mundialización y transnacionalización del capital, como nunca antes en
la historia de la humanidad. Las transnacionales se constituyen en la unidad
económica central, donde por ejemplo podemos decir que controlan dos tercios
del comercio mundial; son tiempos a su vez de una profunda revolución
científico-técnica, que pudiendo generar capacidad para resolver todos los
problemas de la humanidad, por estar al servicio de las clases dominantes, una
pequeña minoría, no hace más que profundizar los dramas y las injusticias
sociales.
Preocupa especialmente el cambio climático
global, originado en una forma de producción y de consumo cuya matriz principal
es la acumulación de capital y por lo tanto la imposibilidad de planificación económica
en función de la satisfacción de las necesidades humanas, y que el único
mecanismo de ajuste de la producción social sea el mercado; todo este panorama demuestra
que cada día es más urgente la necesidad de trabajar para llegar a un estado
superior de desarrollo de la humanidad, superando la etapa funesta del
capitalismo hasta llegar al socialismo. El capitalismo es polarizante por naturaleza,
tiende a la distribución desigual en todo momento. Las capacidades del actual
sistema de generar riquezas son enormes, así como brutales las desigualdades.
Según las Naciones Unidas hay 868 millones de
personas hambrientas (de los cuales 146 millones son niños) y 49 millones de
esos seres humanos viven en nuestra América. Unos 5 mil niños mueren por día
por falta de agua y servicios de salud básicos.
Según la OIT, 472 millones de trabajadores
reciben como remuneración menos de dos dólares diarios, y 661 millones reciben
menos de cuatro dólares al día. Hay más de 200 millones de desocupados, en su
mayoría jóvenes y mujeres. Unos 215 millones de niños trabajan, muchos a tiempo
completo, no van a la escuela y no tienen tiempo para jugar, no reciben atención
sanitaria adecuada ni cuidados apropiados.
Muchos de ellos están expuestos al trabajo
esclavo, a la prostitución, al trabajo forzoso, al tráfico de drogas o a su
participación involuntaria en conflictos armados. La desocupación de los
jóvenes es tres veces mayor de que los adultos.
El sistema capitalista está en una profunda
crisis estructural, pero sólo no se va a caer, es necesario que los militantes
logremos ampliar y desarrollar la conciencia de clase en las grandes masas, en
especial entre los trabajadores y los demás postergados; el capital y el
imperialismo están heridos, y son por eso más peligrosos. En la actualidad es
más evidente que nunca, que el capitalismo, lejos de solucionar los dramas de
la humanidad los profundiza.
Parece fundamental reivindicar para los jóvenes
la batalla permanente contra la cultura de consumo; la actual crisis
(ecológica, alimentaria, energética y financiera) es el telón de fondo de las
actuales luchas de los pueblos, luchas que es necesario dirigir y direccionar,
para dotar a las masas de organización y conciencia política, no dejándolas
libradas al espontaneísmo y a los infantilismos, sino dándoles una imprescindible
perspectiva revolucionaria.
AMERICA LATINA Y LOS GOBIERNOS POPULARES
Es la región considerada desde los años 70 como
la más desigual del mundo, donde el 20% más rico tiene un ingreso 20 veces
superior al 20% más pobre, con un 80% de la población viviendo en ciudades, la
cuarta parte de ellos en tugurios o villas miseria.
En el plano económico, la región – que tiene en
la producción de materias primas uno de los principales pilares de su economía
– viene experimentando un sostenido crecimiento en términos de desarrollo de su
producto bruto interno, favorecido en parte por el notable incremento del precio internacional de los alimentos que
se explican esencialmente por las tasas de crecimiento de China e India,
acompañada de grandes corrientes migratorias internas de estos países, lo que
genera un aumento considerable en la demanda de los productos que nuestros
países tradicionalmente exportan; sin embrago se ha reducido el peso de la producción
industrial y por tanto los puestos de trabajo en las industrias en nuestra
región.
En el plano político, el momento histórico ha
estado marcado por el triunfo electoral de fuerzas políticas vinculadas a
luchas populares en varios países de nuestra América. Estos gobiernos
progresistas o de izquierda, más allá de sus matices han puesto freno al
neoliberalismo y han generado superiores condiciones de vida para vastos sectores
de la población. Vemos como absolutamente necesario que los jóvenes
trabajadores seamos fuertes impulsores y sostenedores de esos gobiernos, que
mas allá de las posibles riquezas y contradicciones de cada uno de los procesos
han marcado una nueva etapa en la historia del continente. Debe reafirmarse,
por medio de las organizaciones populares, las estabilidades de los gobiernos,
ya que la derecha, a través de sus expresiones políticas, económicas, o a
través del incesante batallar de sus poderosos medios de comunicación busca
destruir los procesos democráticos, sin descartar ningún método, recordemos lo
acontecido con Zelaya en Honduras y con Lugo en Paraguay, así como la situación
de Venezuela, donde buscan por todos los medios, sabotajes, atentados, mentiras,
terrorismo, desandar el camino emprendido a partir de los gobiernos encabezados
por el comandante Chávez y hoy continuado por el presidente Maduro.
El proceso de integración profunda en nuestro
continente en los más diversos planos (cultural, social, político, económico,
tecnológico) es una tarea tan pendiente como necesario. Es imprescindible que
un continente que posee las mayores reservas mundiales de agua, petróleo, gas,
minerales y que es gran productor de alimentos, o sea que tienen profundas
bases materiales para profundizar su integración lo haga de una vez, avanzando
hacia su auténtico designio histórico. Vemos para ello fundamental la actuación
de los organismos institucionales de integración, Mercosur, Unasur, Banco del
Sur, Celac.
Entendemos
imprescindible seguir potenciando y desarrollando instrumentos varios como el
Encuentro Sindical Nuestra América (ESNA). Es necesario también fortalecer el
papel de las organizaciones sindicales nacionales y supranacionales, y dentro
de ellas incentivar la participación de los jóvenes, proponiendo y militando
para la conquista de reivindicaciones tanto como para elaborar un programa de
desarrollo productivo, social y democrático de nuestra América, que incorpore
al problema agrario, renovando la pelea por una profunda y real reforma
agraria, así como los problemas de la salud, la educación y vivienda, un nuevo
modelo de desarrollo social, los problemas de infraestructura, la matriz
energética, etc. La reivindicación de
reducir la jornada laboral sin reducción de salario es impostergable.
Es tarea de las organizaciones sindicales y
políticas desarrollar la lucha a favor de la libertad sindical, como también la
lucha por la ratificación, mejora permanente e implementación de los convenios
colectivos de trabajo, en lo referente a salario y condiciones de trabajo,
rechazando el concepto de ultra-actividad tal cual es propuesto por los
sectores empresariales en la OIT; reafirmamos el compromiso permanente con el
trabajo digno, regularizado, formal, y expresamos nuestra preocupación ya que
estas condiciones muchas veces donde menos se cumplen es en los sectores de los
trabajadores jóvenes.
El sindicalismo debe estar necesariamente
volcado a la acción evitando el burocratismo y el estancamiento ideológico y político;
debe ser un instrumento que encabece la lucha por los derechos humanos en toda
la amplitud del concepto, desde la necesidad de sumar verdad y justicia dando
luz a lo ocurrido en las dictaduras de los años 1960, 1970, como incorporando
lo que se ha dado en llamar la nueva agenda de derechos, contra la
discriminación étnica, sexual, religiosa.
Debemos trabajar para la apropiación de los
Estados por parte de los trabajadores, según el concepto Gramsciano, para que
su influencia se traduzca en regulación de derechos laborales, mayor
presupuesto para la educación, salud, vivienda, políticas sociales y
culturales; debemos exigir y militar por el cese de toda la expresión de
violencia en nuestros pueblos.
Vemos que será útil a partir de este encuentro
la formación de una mesa coordinadora de la FSM de mujeres, vinculada a la
secretaria general, y la potenciación de una mesa coordinadora de jóvenes
nombrando responsables nacionales que trabajen coordinando con el responsable
regional, y generando intercambios permanentes además de ratificar la
importancia de estos encuentros periódicos, especialmente entre los
trabajadores del Cono Sur.
Solo la lucha política, social y cultural de
nuestros pueblos podrán conquistar un nuevo continente, orientado a la felicidad
de sus habitantes; está en nosotros los jóvenes, ser la semilla de esa
revolución posible y necesaria.
MOCIONES
Exigir el respecto a la votación de la ONU
condenatoria por 22ndo año consecutivo del injusto bloqueo a Cuba, y reclamar
la inmediata liberación de los cuatro patriotas cubanos encarcelados en los
Estados Unidos.
Reclamar el cese de la violencia en Colombia,
manifestar el apoyo de la FSM al proceso de conversaciones hacia la paz y
reclamar el cese de la persecución a los dirigentes sindicales.
Reclamar la liberación sin dilatorias del
compañero Huber Ballesteros en Colombia, como también del luchador portorriqueño
Oscar López Rivera, el preso político más antiguo del continente.
Rechazar la violencia ejercida hacia los
militantes sociales en Paraguay, reafirmando nuestro compromiso especial con
los sindicalistas de esa sufrida nación.
Exigir el cese de la represión hacia los
militantes sociales también en Guatemala y Honduras.
Reclamar la salida de los Ejércitos de
ocupación de Haití y el derecho de la autodeterminación de los pueblos.
Ratificar nuestro compromiso de organizar el
próximo año el Tercer encuentro de jóvenes trabajadores de la FSM del Cono Sur
y proponer su organización en Brasil.
Expresar nuestra preocupación por los avances
de la derecha continental en el combate ideológico en su intento de
criminalizar la juventud y generar la baja de la edad de imputabilidad. Los
jóvenes en América decimos no a la baja y no a la criminalización de la
juventud.
Declarar el primer fin de semana de marzo de
cada año como Jornada Internacional de Acción de los jóvenes de la FSM y
comprometernos a realizar manifestaciones, marchas, debates, etc. en esos días
a partir del próximo año.
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