Nota
extraida de pagina 12 del dia 04/07/2012
DISPUTA DE MOYANISTAS Y ANTIMOYANISTAS POR EL
CONTROL DEL GREMIO DE OBREROS DE CURTIEMBRES
Trabajadores que quedan
en cuero
En Trabajo y en la Superintendencia de Salud se denunció al actual
secretario general del Sindicato de Obreros del Cuero por fraguar asambleas
para controlar el gremio y la obra social.
Walter Correa es el secretario general del Sindicato de Obreros del
Cuero (SOC) y de la federación que nuclea a todos los gremios del sector
(Fatica). Alineado con Hugo Moyano, fue denunciado por haber reemplazado
sindicatos de primer grado dentro de la federación con el objetivo de quedarse
con la representación exclusiva de los trabajadores del sector. Para ello se
valió de asambleas realizadas a tal fin donde varios dirigentes opositores
fueron echados. Con un agregado: también se les cortó la atención de la obra
social. Estas denuncias, formalizadas en el Ministerio de Trabajo y la
Superintendencia de Salud, fueron efectuadas por Ernesto Trigo, secretario
general del sindicato de trabajadores valijeros, talabarteros y artículos de
viaje, quien a su vez era el vicepresidente de Fatica; Roberto Claudio
Martínez, titular del sindicato de trabajadores de la industria del cuero de
Luján-Mercedes (Sticlm) y por Fabricio Tiseira, su secretario gremial.
El titular del SOC fue electo
presidente de la federación el 6 de mayo de 2011. La asunción se concretó el 30
de agosto. Pero no bien ganó la elección, modificó el estatuto de su gremio
para ampliar su ámbito de aplicación, extenderse a otras regiones y ramas de la
actividad. A estos cambios le siguió la afiliación compulsiva de trabajadores
en curtiembres que tenían sus sindicatos de primer grado en pleno
funcionamiento. Para hacerlo, primero tuvo que “echar” a esos representantes
sindicales.
“Correa quiere comerse a la federación
y tener un solo sindicato a nivel nacional. En la práctica es muy difícil de
llevar adelante, a no ser que tenga ayuda de la CGT. El juega con Moyano y
aplica sus mismas prácticas de política sindical”, indicó Tiseira a Página/12.
El jefe de Gabinete del Ministerio de Trabajo, Norberto Chiaravino, confirmó en
diálogo con Página/12 la modificación del estatuto y las denuncias al titular
del SOC. Un caso emblemático es el ocurrido en la empresa Curtarsa, localizada
en Luján. La curtiembre viene atravesando problemas económicos desde hace dos años,
y si bien está en concurso de acreedores, se encuentra operativa. “Correa no
quiere que Curtarsa salga a flote. La idea es que cierre para que el mercado se
reduzca más y pueda ser manejado por otras tres empresas (Fonseca, Toledo,
Arley). Actúa en connivencia con ellos. Por eso se metió en la empresa”,
explicó Tiseira.
El titular del SOC presentó ante el
Ministerio de Trabajo un expediente, con fecha 18 de agosto, en el cual sostuvo
que ante la “pasividad del Sticlm, y su poca representatividad, los trabajadores
autoconvocados eligieron nuevos miembros para una asamblea interna”. Ese mismo
expediente dice que el SOC llevó adelante la acción con el consentimiento de
200 trabajadores, y presenta las firmas de cada uno. Sin embargo, dos meses
después los trabajadores de la curtiembre denunciaron ante la cartera laboral
que no habían convalidado ningún cambio de dirigentes. “Los abajo firmantes
venimos a manifestar a las autoridades que han utilizado nuestras firmas a fin
de realizar una presentación ante las autoridades... Lo cierto es que nunca
participamos de una asamblea. Las personas que iniciaron las actuaciones de
referencia, en oportunidad de la entrega de vales de compra en Carrefour y
cheques de paga de salarios, nos hicieron firmar las planillas supuestamente
para acreditar la entrega de los mismos”, puede leerse en el expediente, del 25
de octubre de 2011.
Correa había presentado 200 firmas, de
las cuales 165 correspondían, efectivamente, a trabajadores de Curtarsa. Sin
embargo, en el recuento de nombres surgieron algunas curiosidades. “Había 21
personas que no eran de la empresa, que pertenecían a Argensur y al gremio de
los cerveceros, que forman parte de la CGT regional. Moyano estuvo metido en el
medio para buscar ‘normalizar’ la situación”, indicó Tiseira a este diario.
Los operarios de Curtarsa que están en
conflicto con el SOC de Walter Correa tienen problemas para acceder a los
servicios de la obra social. Trabajan en la curtiembre, sus recibos de sueldo
dan cuenta de los descuentos correspondientes, pero a la hora de atenderse,
muchos aparecen como “inactivos”. Lo mismo ocurre con algunos trabajadores de
Capital Federal. “La obra social rechaza a los trabajadores que no están
afiliados a los gremios que responden a Correa. Vas al centro médico de Ospica
(la obra social de Fatica) y no tenés atención, generalmente aparece que estás
inactivo. Fueron vaciando la obra social, y al mismo tiempo Correa manda a los
trabajadores de su sindicato para afiliarlos a su mutual. Hay una conjunción de
intereses en contra de los trabajadores”, indicó a este diario Ernesto Trigo,
quien ocupaba la vicepresidencia de Ospica hasta el año pasado.
El pasado 3 de mayo, Trigo le mandó una
carta documento al Consejo Directivo de Ospica, en la que denunciaba la falta de
información dentro de la obra social. “Desde que asumí la vicepresidencia no
tengo ni tuve acceso a los documentos propios de mi función y tampoco se nos ha
permitido conocer la marcha y evolución de la gestión de la obra social, por
cuya razón a partir de la fecha, renuncio”, dice el documento firmado por
Trigo. Ese mismo día, Correa le envió otra carta documento (a la que accedió
este diario), en donde le comunicaban su desplazamiento de la vicepresidencia
de Fatica.
Walter Correa también ocupa la presidencia de la obra social Ospica y anteriormente fue su tesorero. Dice que lo apoyan 10.000 trabajadores, a pesar de que estén con él sólo 5 de los 14 gremios que forman parte de Fatica. El sindicalista rechazó en diálogo con Página/12 que haya ampliado la cantidad de afiliados de manera ilegal. “Yo modifiqué mi estatuto, otros dirigentes hicieron lo mismo, pero no avancé sobre nadie, en ningún lado. En el caso de Curtarsa, quedó el compañero (Gabriel) Girado, que es una víctima de todo esto. Todo lo que se hizo fue legal. Yo doy cuenta de todos mis actos ante el Ministerio de Trabajo y la Superintendencia de Servicios de Salud”, afirmó Correa.Otra de las denuncias indica que los trabajadores que no responden a su conducción tendrían problemas para acceder a la obra social. “La actividad de la curtiembre está en baja, hay muchos trabajadores con Repro. Por eso es difícil la atención con la obra social (Ospica), pero se hace todo para que los trabajadores puedan recibir los servicios”, concluyó Correa.