Una casa precaria en un barrio pobre de Berazategui; una mujer sin trabajo, siete hijos y un marido que pega un portazo, el último: ya nunca más se iba saber de su paradero. Afuera, una crisis económica impiadosa en un país camino al cataclismo. Eran los finales de 2001. El calor agobiaba en el comedor “caritas felices”, cuando Cristina Gimenez abrió la puerta y oyó la voz de una mujer desesperada: “Quiero un plato de comida para mis hijos. Díganme en que puedo ayudar. Hago lo que sea”
Esta uruguaya de 56 años, llamada Elsa Rodríguez que aprendió a leer y escribir ayudando a los mas pobres, se debate entre la vida y la muerte, victima del ataque artero y demencial que cerceno también la vida de Mariano Ferreyra; mientras defendían los intereses de un grupo de trabajadores.
Compañeras; sigamos el ejemplo de esta luchadora, y digamos BASTA!!!!
Basta de trabajo terciarizado!!!! De empleadores que lucran con las necesidades de trabajadores, que pagan salarios de segunda, por hacer un trabajo de primera!!!!! De sindicatos, que en el mejor de los casos miran para otro lado, permitiendo que sucedan estas cosas… y en el peor se comportan ellos mismos como empleadores explotando a sus compañeros y enriqueciéndose a costilla de la miseria y el hambre de aquellos que debieran defender!!!!
Para erradicar esto, debemos luchar nosotros desde abajo y con las únicas armas que tenemos, que es la militancia y la conciencia de clase. Si cada una en su ámbito laboral, se compromete, eligiendo delegados sindicales limpios e incorruptibles, si colabora dentro del sindicato para lograr que el mismo sea transparente y este al servicio de los trabajadores y no al servicio de un dirigente corrupto, que en lugar de defendernos lo único que busca es llenarse los bolsillos.
Compañeras: sigamos el ejemplo de Elsa, unámonos y trabajemos desde ahora, por nuestro futuro y el de las generaciones venideras.
María Rosa Ramos
